8. Identifique
tres escenarios en el trabajo que podrían propiciar conversaciones estresantes.
1. Métricas no
alcanzadas: esto puede crear una conversación estresante para cualquier
trabajador y su jefe; cuando hay métricas que alcanzar y un trabajador no las está
cumpliendo significa un fallo de ambas partes; y van a tener que hablar y
trabajar juntos para reparar el fallo.
2. Situaciones
de acoso: cuando un trabajador es acosado de alguna manera en su ambiente de
trabajo y va a comunicarlo a algún superior; crea una conversación y situación
muy estresante para las partes involucradas y para el intermediario, ya que el
tema es incomodo y hay que buscar una solución rápida y efectiva.
3. Diferencia
de opiniones: cuando existe una situación donde ambas partes tienen posiciones
total o parcialmente opuestas con respecto al mismo punto, se crea una situación
de estrés, ya que hay que aclarar las diferencias y llegar a un punto neutro
para encontrar la resolución al problema.
9. Suponga que
su gerente no escucha sus sugerencias para mejorar su trabajo. ¿Cómo se
metacomunicaría para abordar este problema?
Si mi jefe no
escuchara mis sugerencias, buscaría una manera más llamativa de plantearlas,
por ejemplo montando una presentación corta y concisa, con imágenes y estadísticas
para probar el porqué mi idea va a ayudar a mejorar mi trabajo. De esta manera llamaría
su atención de forma positiva para que analice mi trabajo y se dé cuenta de que
mi intención no es molestarlo sino ayudar a mejorar los procesos internos de la
empresa.
10. ¿Cuáles
son las consecuencias que tienen las diferencias de comunicación según el
género en la conducción de reuniones?
Por el
machismo histórico que se ha vivido a través de la historia, es mucho más común
ver a varones conduciendo cualquier tipo de reuniones; cuando un varón habla,
es mucho más fácil para las personas que lo escuchan prestarle atención y valorar
de forma crítica y objetiva lo que este comunica, ya que a los ojos de muchas
personas (hombres y mujeres), los varones siempre están en control y son
capaces de manejar grandes cantidades de estrés sin dejar que sus emociones los
afecten o les hagan perder la perspectiva. Debido a todo esto, cuando una mujer
se presenta ante un grupo de personas con el propósito de dirigir una reunión, es
mucho más difícil para ella lograr llamar la atención objetiva de sus escuchas,
ya que a través de la historia la mujer se ha etiquetado como un ente meramente
sentimental, por lo tanto se crea un conflicto tanto para la que quiere dirigir
la reunión como para quienes asisten a la misma ya que deben tratar de dejar
ese estereotipo ligado a la capacidad de la mujer para dirigir y enfrentar
situaciones complicadas o de estrés con las mismas y en algunos casos, utilizando
la preparación académica como punto de comparación, con mayor habilidad y seguridad que un varón.